Sistemas de riego agrícola: tipos y características

En la actualidad podemos encontrar distintos tipos de riego que facilitan al agricultor contrarrestar la carencia de precipitaciones y contar con el abastecimiento necesario para el desarrollo de las plantas:

Riego por Gravedad

Este tipo de riego, también conocido por riego de superficie, consiste en distribuir el agua a través de canales repartidos por toda el área de cultivo.

Para llevar a cabo el riego por gravedad, se debe contar con un embalse lo suficientemente grande para que se pueda acumular toda el agua en las acequias y posteriormente se reparta entre los distintos puntos de riego.

Una vez el agua desemboca por los canales, la propia fuerza gravitacional se encarga de la distribución a través de la superficie del sembradío. Es muy importante tener en cuenta que una vez se alcanza el punto de saturación, se debe detener la salida de agua para impedir así, la inundación de la plantación.

Para riego por gravedad la abrazadera ASFA es una elección excelente, ya que cubre cualquier aplicación que requiera estanqueidad en cualquier operación de distribución de agua con mangueras.

Riego por Aspersión

El riego por aspersión consiste en humedecer el sembradío de una forma similar a como lo haría la lluvia a través de aspersores.

Hoy en día se encuentran disponibles en el mercado una gran variedad de sistemas para riego por aspersión (móviles, fijos, y autopropulsados). Este tipo de riego puede ser instalado en cualquier tipo de terrenos, el único factor a tener en cuenta es el viento, ya que puede ser un factor limitante.

Aspersores fijos:

Este tipo de aspersores están compuestos de distintas tuberías colocadas bajo el sembradío, y se conectan a boquillas giratorias, las cuales reparten el agua de manera circular sobre el terreno.

Este tipo de aspersores se suelen disponer en forma cuadrada, rectangular o triangular para que llegue el riego correctamente al sembradío y no dejar ningún hueco del terreno sin aspersión.

El tipo de boquilla del aspersor determinará el tamaño de las gotas de agua. Esto es un detalle muy importante ya que si las gotas son demasiado pequeñas es muy posible que el aire las desvíe o se evaporen antes de llegar al suelo o si son demasiado grandes pueden dañar el terreno y las plantas de cultivo.

Para que el riego se realice de manera eficaz es muy importante tener en cuenta las características del aspersor (presión nominal del trabajo, caudal de la boquilla, diámetro de alcance, precipitación), aunque los más comunes son los de media presión.

Aspersores móviles:

Los aspersores móviles están formados por un entramado de tuberías subterráneas conectadas a distintos aspersores que se pueden cambiar de posición de manera manual cada vez que el agricultor lo considere necesario. Son adecuados para terrenos no demasiado extensos.

Aspersión autopropulsada:

Este tipo de aspersión está formado por una estructura mucho más elaborada y compleja, ya que el agua se distribuye con un sistema de pívot. La aspersión propulsada es capaz de regar alcanzando grandes distancias, pero solo riega de forma circular, por este motivo es recomendable para parcelas de grandes dimensiones pero con formas regulares.

Las abrazaderas SUPRA y SUPER son perfectas para cualquier tipo de riego por aspersión. Están muy extendidas en los sistemas de riego donde la presión de salida del agua es muy alta y además se requiere facilidad en el montaje y un diámetro muy amplio.

Riego por Goteo

Este tipo de riego es el más común en zonas áridas, además el agua ya se distribuye filtrada y con fertilizantes, dentro o sobre el suelo. La distribución se realiza entre unas 2 o 3 veces al día a través de una red de tuberías.

El riego por goteo se recomienda en sembradíos en hilera, o cultivos hidropónicos ya que evita la oscilación de humedad que pueden ocurrir con otros tipos de riego.

Para este tipo de riego, las abrazaderas de orejas o las abrazaderas ASFA son una magnífica opción, ya que ofrecen una aplicación rápida y sencilla y evitan cualquier tipo de fuga.