Guía completa sobre los pares técnicos de las abrazaderas metálicas
Todo lo que debes saber sobre el par de apriete, rozamiento, rotura y residual para elegir y aplicar abrazaderas metálicas correctamente
Elegir la abrazadera metálica adecuada para tus aplicaciones industriales o domésticas es fundamental para garantizar un apriete seguro y duradero.
Es por ello que, para lograr estos resultados, es esencial entender conceptos técnicos como el par de apriete, par de rozamiento, par de rotura y par residual. En esta guía explicamos detalladamente cada uno de estos términos, su importancia y cómo influyen en el rendimiento óptimo de las abrazaderas metálicas.
Par de apriete
El par de apriete es la fuerza recomendada que aplicamos al apretar un tornillo de una abrazadera metálica sin-fin, generalmente medida en Newton-metro (Nm). Al aplicar esta fuerza correctamente, logramos la estanqueidad deseada y prevenimos fugas en aplicaciones críticas.
Es importante señalar que este valor puede variar según:
Tipo de abrazadera empleada
Material del tubo o manguera donde se instala
Condiciones ambientales
Asimismo, elementos como la presencia de aceites o grasas pueden reducir significativamente la fuerza efectiva del apriete, por lo que siempre es recomendable evaluar individualmente cada situación y adaptar el par de apriete según las circunstancias específicas, así como siguiendo las recomendaciones del fabricante.

Par de rozamiento
El par de rozamiento se refiere a la resistencia o fricción que se genera inicialmente al atornillar una abrazadera metálica, justo antes de que entre en contacto con la superficie del racord o la manguera.
De esta manera, aunque no incide directamente en la estanqueidad, sí determina en gran medida la facilidad con que la que podemos realizar una instalación efectiva y rápida.
Los principales factores que afectan al par de rozamiento incluyen:
Material del tornillo y de la abrazadera: Distintos materiales tienen coeficientes de fricción variables, lo que afecta directamente la facilidad de instalación.
Uso de lubricantes: Un lubricante adecuado puede disminuir significativamente la fricción inicial, simplificando notablemente el proceso de montaje.
Diseño y geometría del tornillo: Un buen diseño geométrico de la abrazadera facilita la instalación, reduciendo la fuerza necesaria durante el proceso de apriete inicial.
Para controlar y medir adecuadamente el par de rozamiento, se recomienda el uso de herramientas especializadas, como llaves dinamométricas, capaces de garantizar una instalación rápida, segura y eficiente.

Par de rotura
El par de rotura indica el valor máximo del torque o apriete que una abrazadera puede soportar antes de sufrir daños irreversibles, comprometiendo su integridad estructural y funcional.
Los factores que pueden afectar al par de rotura son:
Calidad y tipo de material (acero galvanizado, acero inoxidable, etc.)
Diseño y geometría de la abrazadera
Condiciones ambientales (temperatura, vibraciones y exposición a ambientes corrosivos, entre otros)
Lubricantes empleados
Conocer y respetar el par de rotura es fundamental para evitar el sobre-apriete, prolongando la vida útil de las abrazaderas metálicas y garantizando su estanqueidad en todo tipo de aplicaciones.

Par residual
El par residual es el valor que permite evaluar el torque o apriete excedente en el tornillo tras el apriete inicial de la abrazadera.
Esta medición determina si la abrazadera mantiene su tensión inicial y si el apriete continúa siendo seguro con el tiempo, sin necesidad de reapretar en exceso el tornillo. Existen métodos específicos para medir el par residual:
Método del Par de Rotura: Mediante una llave dinamométrica digital medimos el momento exacto en que el tornillo comienza a moverse nuevamente.
Método Aflojar-Apretar: Especialmente útil en aplicaciones especiales o con tornillos grandes, de manera que aflojamos ligeramente el tornillo para después volver a apretarlo hasta alcanzar la posición original, midiendo el par aplicado durante dicho proceso.
La revisión periódica del par residual y la realización de ajustes cuando sea necesario son prácticas recomendadas para mantener un apriete estable y seguro a largo plazo.

Importancia de seguir las recomendaciones del fabricante
Seguir estrictamente las recomendaciones proporcionadas por el fabricante en cuanto a los valores óptimos de par de apriete, rozamiento, rotura y residual es fundamental.
Estos valores han sido cuidadosamente calculados y probados para asegurar la máxima seguridad, durabilidad y eficiencia en el uso de abrazaderas metálicas. De esta manera, ignorar estas indicaciones podría resultar en fallos prematuros, pérdida de rendimiento o incluso riesgos para la seguridad.
Otras consideraciones para una instalación segura
Factores ambientales
Tal como hemos mencionado anteriormente, las condiciones ambientales tienen un impacto directo sobre las abrazaderas metálicas y los pares técnicos aplicados. De manera que algunas de las condiciones más importantes a considerar incluyen:
Humedad y corrosión:
Ambientes industriales, marítimos o zonas con alta humedad pueden acelerar la corrosión. Para estos casos, es crucial seleccionar abrazaderas fabricadas con materiales resistentes como el acero inoxidable, adaptando además el par de apriete recomendado para prevenir daños prematuros.Temperaturas extremas:
Las temperaturas elevadas pueden hacer que los materiales se dilaten, provocando que la abrazadera pierda su tensión inicial. Asimismo, el frío extremo puede debilitar algunos materiales metálicos, haciendo que debas respetar aún más cuidadosamente el par de rotura recomendado para evitar fallos.
Por ello, antes de realizar cualquier instalación, analiza cuidadosamente las condiciones del entorno y sigue estrictamente las indicaciones técnicas del fabricante.

Herramientas adecuadas
La precisión al aplicar cualquier par técnico depende directamente de las herramientas que utilices durante la instalación. Una elección inapropiada puede comprometer seriamente el resultado final:
Llaves dinamométricas:
Utiliza siempre llaves dinamométricas calibradas, que garantizan que el par de apriete recomendado por el fabricante se aplica con exactitud. Estas pueden ser manuales, eléctricas o neumáticas.Inspección regular de herramientas:
Realiza controles periódicos para asegurar que las herramientas estén calibradas correctamente y se mantengan en óptimas condiciones. Esto ayuda a mantener constante la calidad en tus instalaciones.

Compatibilidad con la manguera o tubo
No todas las abrazaderas son compatibles con cualquier tipo de manguera o tubo. Considera los siguientes aspectos para elegir la abrazadera adecuada:
Material de la manguera:
Los materiales más flexibles necesitan abrazaderas con pares de apriete específicos, evitando deformaciones o daños en la superficie. En cambio, materiales rígidos o metálicos permiten un apriete mayor.Especificaciones técnicas del fabricante:
No solo debes consultar la información técnica de la abrazadera, también revisa las recomendaciones del fabricante del tubo o manguera. De esta manera, aseguras una compatibilidad total entre ambos componentes.

Mantenimiento preventivo
Realizar un mantenimiento preventivo adecuado es clave para que las abrazaderas sigan cumpliendo correctamente su función durante años:
Inspecciones periódicas:
Realiza controles regulares para comprobar que no existan daños, corrosión o pérdida de apriete en las abrazaderas.Medición del par residual:
Mide periódicamente el par residual utilizando métodos apropiados, para detectar posibles pérdidas de apriete antes de que afecten a la estanqueidad.Registro de revisiones:
Mantén un historial actualizado de las inspecciones y ajustes realizados. Esto facilita la detección temprana de problemas y permite acciones preventivas.

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